De manera natural pensamos que los objetos que vemos a nuestro alrededor, como las mesas, las sillas, las casas etc, son reales porque creemos que existen exactamente del modo en que aparecen. No obstante, la manera en que nuestros sentidos perciben los fenómenos es engañosa y contraria por completo al modo en que existen en realidad. Los objetos parecen existir por su propio lado, sin depender de la mente. Los objetos parecen estar "fuera" y nuestra mente "dentro". Pensamos que los objetos pueden existir sin nuestra mente; no creemos que nuestra mente participe en modo alguno en su proceso de existencia. Esta aparente existencia independiente de nuestra mente tiene varios términos: existencia inherente, existencia verdadera, existencia por su propio lado...
Aunque los fenómenos aparecen directamente ante nuestros sentidos como si tuviesen existencia verdadera, en realidad todos ellos con carentes o vacíos de este tipo de existencia...
...El resultado de aferrarnos a los fenómenos como si tuvieran existencia inherente o verdadera, es que generamos estimación propia (o egoísmo), apego, odio, celos y otras perturbaciones mentales, nuestra mente se altera y desequilibra y perdemos la paz mental...
Del libro Budismo Moderno, de Gueshe Kelsang Gyatso
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